La fe mueve montañas

Una vez más impresionante el espectáculo que nos ha brindado el Manchester United, tan sólo han sido los últimos 20 minutos, ¡pero qué emocionantes! Empate frente a un gran Tottenham, que ha sido mejor (sobre todo gran trabajo a nivel táctico) en los primeros 75 minutos. Prácticamente ha contrarrestado todo el potencial ofensivo del Manchester, al que le costaba horrores llegar a portería con claridad. Pero aún habiendo sido inferior, el equipo de Ferguson sólo estaba un gol abajo, vivito y coleando, hasta tal punto que en el último cuarto de hora (más el tiempo añadido) ha encerrado a todo el Tottenham en su área. Y es cuando hemos podido apreciar toda la calidad del Manchester, que a pesar de que sus dos máximos estiletes ofensivos (Rooney y Cristiano Ronaldo) no han tenido un partido acorde a su nivel, una vez más han demostrado que este equipo es mucho más que una individualidad. Han perdido el liderato frente al Arsenal, pero han ganado confianza en sus posibilidades y probablemente hayan observado el camino a seguir: si aprietan tienen todas las de ganar, frente a grandes equipos no deben permitirse el lujo de jugar a medio gas durante muchos minutos del encuentro.

CLAVES DEL JUEGO DE LOS RED DEVILS ("Scouting")

TÁCTICA: 4-2-4

ONCE TIPO: Van der Saar; Wes Brown (Gary Neville), Rio Ferdinand, Vidic, Evra; Carrick (Hargreaves), Anderson (Scholes); Cristiano Ronaldo, Rooney, Tevez, Giggs.

• La base de su sistema defensivo es el núcleo central que conforman ambos centrales y los dos mediocentros (conforman un cuadrado que es el pilar fundamental). Normalmente se mueven al unísono tanto a la hora de retrasar posiciones como de adelantar las líneas, en paralelo, dejando un espacio entre estas líneas de 5-10 metros, no más.
• Quieren reforzar la parcela central por lo que son vulnerables en las entrada por bandas del contrincante, ya que en muchas ocasiones dejan un 1x1 o 2x1 contra el lateral, con vigilancia zonal-visual del central y del mediocentro del lado. Los laterales son agresivos en la marca y siempre que pueden intentan la anticipación al adversario, cuando el balón está en la banda contraria basculan y cierran dejando mucho espacio a su espalda.
• Los laterales tienen un gran protagonismo en ataque ya que se incorporan continuamente arriba aprovechando los espacios que le dejan los "falsos extremos" del equipo, incluso llegan hasta línea de fondo ya sea para centrar al segundo palo o jugar en corto.
• Con la posesión de balón y en situación de juego organizado intentan ensanchar el campo con la subida de los laterales pegados a banda, además de dar múltiples opciones al que tiene el balón, ya que en condiciones normales se pueden observar hasta 6 o 7 futbolistas por delante de éste dándole muchas opciones de pase. Esto también denota la confianza que tienen en los mediocentros y su capacidad para precisar los pases ya que cualquier pérdida puede suponer una contra peligrosa.
• El portero debe jugar en muchos instantes fuera del área y estar atento ante cualquier balón largo del rival, convirtiéndose en un defensa más del equipo.
• El balón largo de Van der Saar a los hombres de arriba es un recurso más cuando el equipo no tiene fluidez o están faltos de ideas, ya sea para que el futbolista a quien va dirigido el balón controle, reciba e intente ir hacia puerta o para adelantar líneas y buscar el rechace.
• Le gusta jugar con un ritmo físico alto y juego directo, con fluidez y posesiones en zonas improductivas cortas. Prefieren la rapidez, el dinamismo y la llegada en lugar de fútbol-control.
• Los centros al segundo palo son una máxima en el equipo, es curioso ver como en casi cada centro al área hay tres o más futbolistas dispuestos a rematar, normalmente uno o dos (el segundo tras el primero) hacen un desmarque hacia el primer palo mientras siempre hay algún futbolista del equipo esperando el balón al segundo palo a la espalda de todos.
• Al abrir mucho el campo en ataque organizado siempre tienen posibilidades del disparo desde media distancia o combinaciones y paredes entre los jugadores. La movilidad y los apoyos a compañeros son habituales. También es frecuente ver a los jugadores ofensivos de banda diagonales interiores o a los que se encuentran en el centro descolgarse un poco para ayudar o sacar al central de su zona o hacer diagonales hacia el costado opuesto, siempre buscando la espalda del defensor.
• En defensa los centrales y los mediocentros marcan en zona. Tampoco se complican la vida y si la situación es arriesgada no arriesgan y se deshacen de la pelota. Los cuatro de arriba tampoco hacen mucho esfuerzo defensivo más allá de hacer la primera línea de presión, si acaso uno o dos de los extremos baja a ayudar al centro del campo o lateral, nunca como norma.
  
• Normalmente cuando el rival tiene la posesión de la bola intentan hacer la presión arriba de forma escalonada manteniendo todas las líneas muy adelantadas.
• Les encantan los contraataques y transiciones rápidas defensa-ataque, ya sea mediante balón largo o conducciones con apoyos y desmarques.
• Los cuatro de arriba se intercambian las posiciones en el terreno de juego con relativa facilidad, también destacan en un movimiento donde todos atacan en línea y se desmarcan a la vez (repartiéndose cada uno su espacio) posibilitando que el que lleva la pelota tenga muchas opciones a la hora de intentar la asistencia y provocando cierto desconcierto en el adversario.
• Los mediocentros tienen funciones tácticas y técnicas esenciales para el buen funcionamiento del equipo. Normalmente hay uno con mayor libertad para sumarse a situaciones de ataque (Scholes, Anderson) y otro más atento a las coberturas y la elaboración desde atrás (Hargreaves, Carrick). Tienen que saber defender y recuperar balones pero también repartir juego y no perder balones peligrosos. Equilibran al equipo.
• Siempre peligrosos en las jugadas a balón parado, cada córner o falta que lanzan es sinónimo de peligro, además muchos de sus futbolistas van muy bien en el juego aéreo (especialmente Vidic).
• Las individualidades pueden decidir en cualquier instante. Pueden hacer un gol de la nada.
• Por su sistema de juego, un fallo individual de cualquier defensa puede suponer una ocasión clara de gol. Además, como atacan con tantos hombres siempre les pueden marcar en un contraataque, destacando el papel de Rooney a la hora de hacer el retorno defensivo tras pérdida de balón en jugada a balón parado. En este sentido practican un fútbol arriesgado, saben que en el intercambio de golpes tienen muchas posibilidades de salir vencedores.
• Por consiguiente, juegan y dejan jugar. Su mentalidad es marcar cuantos más goles mejor, cuando atacan en tromba son un auténtico espectáculo. No se ponen nerviosos y suelen subir las marchas, en cuanto a ritmo se refiere, a medida que lo necesitan.

Foto: www.mediotiempo.com