Suiza sub21, fútbol de alta escuela

Grandiosa demostración de Suiza frente a la selección española en categoría sub21, se han impuesto por 2-1 con total justicia. Fenomenal el espectáculo ofrecido, tanto por calidad de juego como por el de las individualidades. Especialmente maravilloso el terceto de centrocampistas centrales conformado por Pirmin Schwegler como "jefe de operaciones" contando con la ayuda de Fabrizio Zambrella y Fabian Lustenberger. Ases y maestros del mimo el balón. Maravilloso toque de balón, visión de juego y precisión en el pase lo que han demostrado los tres, superando a Raúl García -bastante desubicado en el día de hoy, a ver cuando se mentalizan que su demarcación ideal es la de mediocentro defensivo- y Sergio Busquets. Inteligentes a la hora de ubicarse sobre el terreno, jugando fácil, ofreciéndose e intercambiándose posiciones. Siendo inferiores físicamente.

Sobresaliente el planteamiento del técnico Pierre-André Schürmann, que ha demostrado comandar un equipo muy trabajado a nivel táctico y colectivo. Intentando tocar rápido por el centro apostando por la calidad del "terceto mágico" anteriormente citado y fortaleciendo las bandas con prácticamente dobles laterales, ya que los extremos hacían gala de un marcado retorno defensivo y demostraban en todo momento implicación, trabajo y gran capacidad aeróbica, mientras que los laterales tenían licencia para subir. Más poderosa la banda izquierda suiza que la derecha, con Reto Ziegler como lateral subiendo de forma habitual y Didier Crettenand de extremo. En la derecha el que ocupaba el lateral era Jérôme Thiesson, sin apenas proyectarse en ataque, mientras que Adrian Nicki se situaba como extremo derecho. Este costado daba mayor sensación de endeblez, parecía el "lado débil", pero el equipo español ha sido incapaz de aprovecharlo, en parte por la decisión de López Caro de escorar a Jurado a banda y centrar a Mata. Muy interesante la presión colectiva y adelantada aplicada por el equipo suizo, con mucho derroche físico y realizándola de manera extraordinariamente coordinada. Ocupaban de forma racional los espacios y no dejaban al conjunto español sentirse cómodo en ningún instante. Haciendo uso de un 1-4-1-4-1 (Schwegler como pivote y Zambrella y Lustenberger como interiores) que se convertía en 1-4-4-1-1 en multitud de ocasiones (Lustenberger de mediapunta y Zambrella y Schwegler como mediocentros), con los centrocampistas suizos demostrando una gran inteligencia tanto a la hora de defender como de atacar. Este es un equipo que con bola se ha caracterizado por el toque y el juego combinativo, contando con la movilidad de muchos futbolistas que se traducía apoyos, intercambios de posiciones y llegada a posiciones de arriba de muchos hombres. Mezclando el juego, sin renunciar al contraataque o transición ofensiva del equipo -en gran parte favorecido por la presión realizada, ver el primer gol de Vonlanthen-, las conducciones, combinaciones o llegadas al espacio por bandas, o el balón en largo -especialmente en los golpeos del meta Yann Sommer-. También intentando aprovechar las jugadas a balón parado -segundo gol anotado por Nicki-. No es un equipo que se base en su fortaleza física, sí en su recorrido, capacidad aeróbica, calidad e inteligencia. Especialmente maravillado he quedado por el "terceto" central, con un papel protagonista para el jugador del Bayer Leverkusen Schwegler, mucho mejor centrado que escorado a banda, como ha actuada en ocasiones en el conjunto alemán. Gran partido también de Heinz Barmettler en el centro de la zaga, mostrándose muy seguro y solvente, cortando casi todo lo que pasaba por su lado.

La selección española comenzó adelantándose en un saque de esquina que remató Sergio Busquets anticipándose a la defensa, pero no supo como jugar ante una selección suiza que estaba siendo claramente superior, sobretodo en el centro del campo. No tuvo su mejor partido Busquets, que sufre cuando le hacen una presión en corto, ambos goles suizos vienen precedidos de dos pérdidas de pelota suyas en el centro del campo. Faltó presencia y empaque, tampoco hizo acto de presencia Raúl García. Es cierto que en los últimos 20 minutos el equipo suizo experimentó un notable bajón físico que les obligaron a retrasar las líneas, ni aún así España fue capaz de empatar el encuentro. Imperdonable que ni tan siquiera utilizara Jonathan Pereira como revulsivo, todo un especialista en cambiar dinámicas de juego. El mejor español una vez más Juanín Mata, que sigue sumando méritos.

En la vuelta en casa toca remontar si el equipo quiere clasificarse para el Europeo sub21. Duro escollo, y es que Suiza práctica un fútbol de alta escuela. Recomiendo ver el partidazo disputado si es que se lo perdieron. Lo cierto es que como amante del fútbol, en esta ocasión, si caemos derrotados, me dolerá menos que en las anteriores.

Fotos: www.daylife.com (AFP/Getty Images), www.uefa.com