¿Qué le ocurre a David Villa?

Que David Villa está pasando sus peores momentos deportivos en el Valencia es una evidencia. No sólo en cuanto a número goles, sino en el rendimiento global. Y desgraciadamente ya hemos podido observar en muchas ocasiones que si Villa no está bien el equipo se resiente, existe un exceso de Villa-dependencia en el club. A continuación expondré algunas de las posibles causas por las que el Guaje últimamente no nos maravilla como nos tenía (mal)acostumbrados.

SIN DESCANSO. Titular indiscutible en el Valencia desde que se hiciera con el puesto de partida en las primeras jornadas de la temporada pasada, es uno de los pocos que no entra en las rotaciones del equipo porque sino las posibilidades del conjunto se ven muy mermadas. También se ha ganado un puesto en la selección que nadie puede disputárselo por ausencia de nivel. Tampoco se ha lesionado de gravedad (ojalá esto no ocurra nunca).

MAYOR CANTIDAD DE PARTIDOS. El año pasado tuvo gran parte de culpa de que el equipo entrase en Champions, también lo jugaba todo pero como sólo disputaba un partido a la semana su aportación no bajó. Este año con Liga, Champions y los partidos de la selección (donde no descansa ni en los amistosos) está saturado de partidos, por lo que es inevitable que sufra altibajos y no se muestre tan constante y fresco durante todos los encuentros.

AUSENCIA DE COMPETENCIA. Apenas hay delanteros en la plantilla, por lo que sabe que tiene un puesto asegurado en el once inicial aún estando al 60% de sus posibilidades. Esto también puede inducir a un exceso de relajación durante los entrenamientos.

RESPONSABILIDAD. El equipo depende en gran medida de lo que él haga sobre el terreno de juego y eso es algo que él sabe, lo que le puede estar llevando a una autoexigencia excesiva y en algunos momentos obesión por el gol, por lo que su rendimiento se ve limtado, ya que juega mejor cuando piensa en el beneficio global del equipo que en el que se producirá si él marca.

PLANTEAMIENTOS DE QUIQUE. No benefician a su figura ya que apenas entra en contacto con el balón durante muchos partidos y eso le puede provocar ansiedad. Pocas ocasiones de gol y muchos partidos ganados por la mínima, poca ambición por parte del entrenador. Quique no es muy dado a dar alegrías.

LA SEGUNDA TEMPORADA SIEMPRE ES MÁS COMPLICADA. O al menos eso es lo que se suele decir. Los rivales ya conocen el juego del Valencia y saben que David es uno de los futbolistas claves, por lo que los marcajes son más severos y sus movimientos están más estudiados.

MÁS PRESIÓN EXTERNA-POPULARIDAD. Por fin es reconocido como uno de los mejores del mundo y eso, quieras o no, siempre es una presión añadida. La gente espera más si cabe que sea decisivo y haga jugadas espectaculares. También existe el riesgo de que "la fama se le suba a la cabeza", no creo que éste sea el caso.

La combinación de esta serie de factores han hecho que Villa esté sufriendo un bajón físico, pero sobre todo, agotamiento piscológico.
Se está notando que en estos últimos partidos no es el de siempre y esto repercute en su juego; está más individualista, no trabaja como en él es habitual (faceta imprescindible por la que ha llegado tan alto y tremendamente eficaz en favor del equipo), hace menos desmarques de ruptura, tira a puerta desde demasiado lejos, es menos efectivo en el regate, sus participación en el juego es menos beneficiosa para el equipo,...

Eso sí, estoy seguro que esta mala racha pasará y volverá a ser el de siempre, pienso que no le vendría nada mal un pequeño descanso y volver a sus raíces, aquellas que le han hecho ser el que es hoy en día: uno de los mejores delanteros del mundo. Que además va progresando en el aspecto técnico ya que ahora también se ha convertido en un buen especialista lanzando faltas. Lo que es indiscutible, es que si Villa recupera su olfato y sobre todo su buen juego el Valencia irá para arriba. Le necesitamos.

Fotos: news.bbc.co.uk, www.marca.com