Turquía, ante una nueva época de riqueza y gloria

Tres años han transcurrido desde el 2005 hasta el 2008, dos generaciones intermedias entre la de los grandes talentos que asoman y asomarán en un corto periodo de tiempo. Muchos de ellos destinados a triunfar. Ese parece su destino, al menos.

En 2005 sorprendieron a propios y extraños alzándose con el Europeo sub17, por aquel entonces también dejaron constancia de su calidad llegando hasta semifinales del Mundial de la misma categoría. Era una generación destinada a triunfar, que aún tiene muchas cosas por demostrar, poco a poco muchos ya se van abriendo paso aunque les queda largo trayecto por delante.

En 2008 no pudieron seguir el mismo camino que Sahin, Erkin & compañía, aunque lo merecieron. Sin duda fue el equipo que mejor fútbol desplegó en el torneo, iba sobrado de talento, probablemente incluso superando a la hornada del 88, anterioremente citada. Porca miseria, su fútbol no obtuvo la merecida recompensa, y el sueño pereció cuando más cerca se sentían de la gloria. Fue en semifinales, ante la Francia que posteriormente sería vapuleada por la selección española de Thiago, Keko, Carmona, Rochina y demás. En los penaltis, con el tiempo reglamentario transcurrido. Y para colmo, en casa. Seguro que el tiempo les deja la oportunidad de redimirse a estos chicos nacidos en 1991 -alguno como Töre en 1992-.

Sin lugar a dudas, son las dos mejores generaciones del país que se recuerdan en los últimos tiempos, tanto por talento individual como por el juego de equipo desplegado.

De todas formas, Turquía se está especializando en sacar muchos jugadores variopintos e interesantes desde hace algunos años. Así, de los nacidos en 1986 sobresalen hombres como Özer Hurmaci, centrocampista ofensivo nacido en Alemania pero turco de corazón, con inmenso talento individual y un esperanzador porvenir. O Mehmet Topal, una de las grandes revelaciones de su selección en la Eurocopa, actuando como pivote, siempre serio, correcto y bien colocado. Y el inglés nacionalizado Kazim Kazim (anteriormente conocido como Kazim-Richards), habilidoso aunque irregular medio ofensivo capaz de desenvolverse con peligro por ambas bandas. Otros interesantes jóvenes del mismo año son el dinámico y completo lateral derecho Durmus Bayram, el rocoso central Orhan Sam o el técnico mediapunta Zafer Yelen.

1987 también fue un año que regaló talentos muy interesantes en el país otomano, el más destacado de ellos Arda Turan, una de las grandes sensaciones de la última Eurocopa. Tanto escorado a cualquier banda como por el centro sabe como crear peligro, siempre con la bola pegada al pie, representa el quiebro y la visión de juego en su máximo esplendor. Arda es el mayor talento de ellos pero no el único grande, de su quinta también sobresale el interior o mediapunta Serdar Özkan; completo, dinámico, habilidoso y siempre peligroso. El escurridizo punta Mevlüt Erding tuvo la ocasión de participar y disponer de sus minutos en la reciente Eurocopa tras su gran temporada en el Sochaux. Además, tienen pinta de poder convertirse en muy buenos futbolistas de equipo el mediocentro o volante Mehmet Güven y el delantero centro puro Ilhan Parlak, que probablemente sean de esos tipos que no llaman la atención pero que desarrollan una próspera y dilatada carrera en su país. Por lo menos ese es su perfil. Con las categorías inferiores de su país disputaron el Europeo sub19 del 2006, aquel que se llevaría la generación española de Mata, Capel, Granero, Piqué y el resto, con más pena que gloria, ya que ni tan siquiera pudieron alcanzar las semifinales.

Nos saltamos la magnífica generación del 88 para hablar directamente de la participante en el Europeo sub17 que se celebró este año. La mayoría nacidos en 1991, con mucho talento, y más ganas de triunfar. Todo hace indicar que van a tener un espléndido futuro en el mundo del fútbol. Con el habilidoso extremo Gokhan Töre y la pareja de mediocentros Abdülkadir Kayali y Soner Aydogdu a la cabeza. Töre recuerda a Hasan Sas tanto físicamente como en sus movimientos, aunque técnicamente está mucho más dotado. Eléctrico, alto, fuerte, fibroso, técnico, sobresaliente golpeo de balón, con cambio de ritmo,... aún con mucho que mejorar en la lectura del juego, eso sí. Kayali es el mediocentro que todo entrenador quiere tener en su equipo: siempre dispuesto a realizar ayudas, entregado, bueno técnicamente, sin complicarse, con interesante chut a portería,... toda una joya. ¡Y qué decir de Aydogdu!, predilección a nivel futbolístico de servidor, elegante y con clase, soberbia visión de juego y gran capacidad de pase, inteligente sobre el terreno de juego. También merecen su reconocimiento el saltarín y completo portero Metin Uçar, los dinámicos y ofensivos laterales Erhan Karayer y Özgür Çek, los sobrios y sólidos centrales Emrah Yollu y Sertaç Eren, los habilidosos extremos Sefer Sever y Eren Albayrak, o el delantero tanque Batuhan Karadeniz, que recuerda a Nikola Zigic. No exento de técnica, trabajador, completo rematador,... con mucho que mejorar en la definición. ¡Y casi se me olvida Öztürk Karataş!, hubiera sido un craso error por mi parte. Típico delantero que no suele llamar excesivamente la atención pero que realiza una labor impecable, y una vez en categorías profesionales se convierte en un valor muy preciado para cualquier equipo. Rápido, pillo, fajador, móvil, siempre dispuesto a hacer pagar caro un error al adversario, realizando un gran trabajo en la presión. Habrá que esperar unos añitos para ver lo que son capaces de ofrecernos, en teoría unos cuantos de los citados deberían seguir la estela que han ido abriendo hombres como Nihat, Hamit Altintop, Emre, Sanli Tuncay o Hakan Sukur.

Nos saltábamos los chavales que nos maravillaran en el 2005, no considero que sea justo. De ellos ya hay algunos que han sido capaces de debutar con la selección absoluta como Nuri Sahin o Caner Erkin. Especialmente prometedor en la actualidad parece el citado Erkin, fichado por el CSKA de Moscú hace un par de años con la previsión de que pueda convertirse en el heredero de Zhirkov, ante su más que presumible salida del conjunto ruso. De extremo, interior, carrilero e incluso lateral por banda izquierda, siempre juega con una fuerza y vitalidad asombrosas, actitud irreprochable sobre el campo, incansable en su esfuerzo, muy bueno a nivel técnico. De Sahin se llevan esperando maravillas desde hace años, aunque no termina de explotar. Y es que talento tiene para dar y regalar, pero las aptitudes físicas referidas a explosividad y capacidad de mantener un rendimiento constante no le acompañan. Además, en su caso existe una eterna indefinición sobre su demarcación ideal sobre el terreno de juego. Demasiado pausado y poco participativo cuando actúa de mediapunta o interior, le faltan nivel físico y táctico para defender de forma adecuada como mediocentro. Habrá que estar atentos a su evolución, sería una auténtica lástima que se perdiera por el camino o que no pudiera llegar ni a la mitad de lo que apuntaba. Lo que es indudable es que su visión de juego y su golpeo de balón son extraordinarios, uno de los mejores del mundo en estos aspectos. En aquel equipo también tuvieron una destacada actuación el delantero centro puro Tevfik Köşe, que se hinchó a marcar goles. Delgado, fuerte, bueno técnicamente, generoso, con gran remate a portería y una intuición especial para el gol. Y el extremo izquierdo Deniz Yilmaz, poco amante de perder el tiempo; vertical, directo y con gol. No debemos obviar la labor del portero Volkan Babacan, con condiciones muy interesantes aunque propenso a dar una de cal y otra de arena. Erkan Ferin en el lateral derecho demostró actitud y recorrido, los centrales Serdar Kesçi y Ferhat Bikmaz aportaron solidez, Harun Karadas se encargaba de equilibrar en el centro del campo y entregarla rápidamente a un futbolista más talentoso, Özgürcan Özcan llevaba el peligro desde la segunda línea de ataque, con mucha movilidad y demostrando calidad con el balón en los pies, cuando lo vi por última vez había cogido kilos de forma alarmante. Y desde el banquillo entraba como revulsivo uno de los de su generación que más ha evolucionado en los últimos tiempos: Aydin Yilmaz. Habilidoso y rápido, autorizado para desenvolverse por cualquier perfil del ataque.

En 2004 estuvieron a punto de saborear el cielo

Lo cierto es que poco se recuerda de esta promoción de chavales nacidos en 1985 y 1986. Representando a la selección sub19, fueron capaces de llegar a la final del Europeo, salieron derrotados por la mínima, y en los minutos de descuento, ante la selección española de Sergio Ramos, Alexis Ruano, Raúl Albiol, David Silva, Jaime Gavilán y tantos otros. Por aquel entonces los que más sobresalían eran Sezer Öztürk, trotamundos y técnico centrocampista que está tratando de encontrar su sitio en la Liga turca, y Ali Öztürk, el goleador, delantero centro puro de área. Otros futbolistas interesantes fueron Orhan Sam, Ergün Teber, Selcuk Inan o Cafercan Aksu.

Observación: repetición de roles y perfiles

Si uno analiza con detenimiento los mejores turcos de cada generación puede llegar a la conclusión de que muchos de los destacados que van surgiendo de la cantera lo hacen bajo el mismo sello o impronta. Así destacan porteros ágiles y de muy interesantes condiciones aunque capaces de realizar "cantadas" de importancia en cualquier instante, normalmente en el momento menos oportuno, siguiendo el patrón de Volkan Demirel. Los laterales son muy dinámicos, de gran capacidad aeróbica, mucho recorrido y con carácter ofensivo, buenos a nivel técnico, sacrificados defensivamente y pegajosos en la marca; pero con despistes a nivel táctico y faltándoles algo de "punch" o capacidad para resultar más determinantes. El ejemplo más claro que representa este modelo es Hakan Balta. Los centrales destacados suelen ser serios y sólidos, aceptables a nivel técnico, con falta de velocidad punta en carrera y excesivamente pegajosos en la marca. También salen muchos mediapuntas o interiores habilidosos y de muy buen nivel técnico, demasiado irregulares en su rendimiento. Segundos puntas pillos y moviles, con gol, que se convierten en un martirio para el rival, como Nihat. O delanteros centros puros de área, buenos rematadores y muy capacitados para desarrollar juego en equipo. La referencia en este caso siempre debe ser Hakan Sukur.

Sin más, éste sólo ha pretendido ser un pequeño homenaje a la cantera turca, que últimamente es capaz de dar más y mejores talentos. En cuanto les salga un par de "superclases", deberían luchar por grandes cotas. La base la tienen asegurada. Se nota cuando se invierte tiempo y dedicación en algo.

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