Los "pecados" de Quique

He de reconocer que yo soy de los que creo (más bien creía) en el buen hacer de Quique al cargo del VCF, pero cada día que pasa me decepciona más: tanto en el aspecto deportivo (prioritario) como en el personal/público (secundario). Yo no soy de los que gustan "echar balones fuera" y hay que reconocer que gran parte de culpa de la delicada situación que vive el Valencia en la actualidad se debe a él. Se está cargando todo el crédito que tenía a principios de temporada y cada vez despierta más antipatías. Los aspectos de su personalidad que por lo general no gusta son:

1. SOBERBIA. A menudo da una imagen de chulo y "gilipollas integral". Es común escuchar menosprecios hacia los demás, sobre todo ante los periodistas (muchos puede que merecidos, no lo niego). Siempre cree llevar la razón, le cuesta mucho reconocer errores y su actitud suele ser desafiante. Se puede ser sincero sin ser soberbio. Sería necesaria más autocrítica y análisis de cada situación. Además con el historial que tiene, no debería sacar pecho. Cuando gane lo mismo que Mourinho o Rafa Benítez ya será otra cosa.

2. CONSERVADURISMO. Excesivamente conservador en el aspecto deportivo, es incapaz de ofrecer alternativas más ofensivas pese a que muchas veces son más que necesarias. Piensa que la defensa es por donde debe crecer el equipo, pero se puede ser más ofensivo y seguir defendiendo bien. Cuando toca remontar NUNCA REACCIONA A TIEMPO. Cuando ganamos por un gol, suele meter al equipo demasiado atrás.

3. CABEZONERÍA. Incapaz de reconocer errores, le cuesta un mundo cambiar sus métodos de trabajo o tácticas futbolísticas. Necesita abrir la mente y ver que hay más caminos para llegar a la estela del triunfo. Y aprender a aceptar críticas sin que piense que son personales.

4. VERBORREA. Excesiva. No sé si pretende dar una imagen culta, pero lo que consigue es todo lo contrario, incluso resultar pedante (sin llegar al nivel de Lillo). No es aburrido como López Caro, porque siempre va lanzando "darditos" y dejando perlitas, pero con un tono excesivamente monótono y frases demasiado largas. Se puede decir lo mismo en menos tiempo y siendo más preciso.

5. FALTA DE CARISMA. A priori puede chocar debido a su soberbia, pero creo que cada vez está más claro que la plantilla no confía lo que debería en él. No logra imponer su criterio y hacerse ver como un superior al que hay que respetar y obedecer. Da su brazo a torcer ante los pesos pesados de la plantilla y margina a los más débiles.

6. LENTO MENTALMENTE. Le cuesta mucho leer los partidos, como he dicho antes, casi nunca reacciona a tiempo.

7. BOCAZAS. Muchas veces es mejor callarse la boca: el mejor desprecio es no hacer aprecio. Él es incapaz de pasar y siempre está en el "ojo del huracán", cuando no es por una polémica es por otra. Demasiado dado a opinar sobre los demás, sobre todo del club de sus amores, el Real Madrid.


Y para demostrar que no hablo de forma gratuita (aunque puede que sí actue de forma ventajista), voy a poner ejemplos.

El caso Ayala: permitió que el central argentino nos tomase el pelo; no sólo se le dió vacaciones "extra" sino que se permitió que se tomase por el forro las fechas en que debía volver. Quique se posicionó a su favor y dejó a la institución que significa el Valencia Club de Fútbol "con el culo al aire". Incluso llegó a enfrentarse con aficionados por una pancarta que no reflejaba más que una realidad (Ayala mercenario). ¿Puede que se sintiese identificado?

Trato discriminatorio: Si a Ayala se le permite mucho, a otros nada. Ya lo vimos el año pasado con casos como el de Rufete, donde se le catigó severamente por alzar la voz frente a él dentro del vestuario. Cuando pone una crucecita a alguien es casi imposible quitarsela. Que se lo digan a Caneira, Navarro, Viana, Curro Torres o Tavano. Normal que cuando necesite a estos jugadores, no se sientan todo lo motivados que deberían. No es un caso aislado.

Villa juega contra el Madrid: Deja claro cuál es su carisma y su grado de influencia sobre la plantilla. No estaba para jugar, todos los sabíamos, pues ni más ni menos que titular. Consecuencias: se lesiona en 20 minutos y no puede jugar contra el Recreativo (que a la postre se ha visto que su presencia era más que necesaria). Da muestras de una debilidad mental más que evidente a la plantilla.

Cambios durante el transcurso de un partido: Siempre tarda demasiado en hacerlos, casi nunca cuando puede cambiar el signo de un partido.

Incapaz de sobreponerse a las lesiones: Con un discurso algo victimista, en lugar de crecerse frente a la adversidad se ha hundido. Incapacitado para introducir variantes tácticas o encontar algún revulsivo que palie estas circunstancias.

Inadmisible rueda de prensa tras el partido frente al Recreativo: Huyó como un cobarde porque no quería mentir. Señor, hay que estar a las duras y a las maduras, que cuando quieres bien que sacabas pecho. Creo recordar que contestó dos preguntas y se piró. Así no, muy mal. Con esa actitud veo muy difícil un cambio de rumbo.

Trato con la prensa: Amiguismos. Incapaz de hacerse fuerte frente a sus amigos de la SER que tanto lo critican por la espalda. Mientras con otros muestra todo su poderío chulesco (sólo hay que recordar el episodio con Nacho Cotino). Si te caen mal, hazselo saber a todos y muestrate con la misma actitud, no mires para quien trabajan.

Trifulcas con Carboni: Somos el hazmerreír de España (sólo superado por algunos personajes como Lopera), haciendo el paripé con declaraciones a distintos medios de comunicación. Las cosas a la carita. Y profesionalidad ante todo, aunque no os podais ni ver. Y si Carboni entra en el vestuario sin tu consentimiento, con dos cojones le pides que se marche. Ni más ni menos.

Espero que todo esto se tome como una crítica constructiva. Lo que quiero hacer ver es que Quique debe recapacitar o nos seguiremos hundiendo.


El ojeador juvenil: Patricio Araujo

Fotos: www.valenciacf.es