TNT -Dinamita-

He de reconocer que andaba preocupado antes del partido frente al Nàstic porque me temía un exceso de relajación por parte de la plantilla valencianista (de ahí a mi previa, en la que por cierto no di ni una), pero me equivoqué.

Lo cierto es que se preveían rotaciones y Quique no defraudó. Parece que el único que se libra de ellas es el que siempre tiene la pólvora a mano, David Villa. Dinamita en sus piernas. Y eso que se le nota algo más nervioso de lo habitual. Jugador ejemplar donde los haya, humilde y siempre con hambre de victoria. Fajador como nadie y técnicamente de nivel sobresaliente. Representa el espirítu que debe tener el Valencia, esa filosofía de que por muy buenas condiciones que tengas sin trabajo no se consigue nada. Todo un modelo a seguir. Y probablemente uno de los jugadores más infravalorados del mundo (es lo que tiene no tener a la prensa haciendo campaña detrás de uno, que se lo digan a Raúl o Torres).



Lo cierto es que se salió un poco adormilado (cosa que viene siendo tónica habitual) y costó abrir la brecha. Pero un siempre listo Villa se aprovechó de una jugada de despiste de la defensa del Nàstic (aunque estaba en fuera de juego, todo hay que decirlo) y sirvió el balón en bandeja a un Morientes que tiene un idilio con el gol. A partir de aquí el ya habitual fútbol control por parte del Valencia hasta llegar al descanso. Tras la reanudación una jugada ensayada en el saque de una falta se convirtió en el primer gol en la cuenta particular del Villa y el segundo para el Valencia. Si el partido ya tenía un dueño claro, ahora estaba finiquitado. Villa marcó su segundo en un contragolpe comenzado con un soberbio pase del siempre denostado por los medios capitalinos, David Albelda, que dejó solo a Gavilán que a su vez regateó al portero y centró para que Villa sólo tuviera que remacharla a la red. A partir de este momento llegó el espéctaculo y el vendaval valencianista, más aún con la salida de ese pequeño genio llamado Silva, que se entiende a las mil maravillas con Edu. Entre éstos dos partieron el bacalao y se pudo observar momentos de brillantez absoluta. En una combinación entre ellos llegó el cuarto del Valencia, de Angulo tras recoger un rechace. Y pudieron ser algunos más.

Del Nàstic; hizo lo que pudo, se mantuvo firme atrás mientras aún le quedaba esperanzas de hacer algo, pero inoperante en ataque. Creo que no recuerdo ni un tiro de ellos entre los tres palos.

Además del resultado, me gustaría destacar la mentalidad con la que salieron al terreno de juego los jugadores. Siempre serios, sin excesiva brillantez hasta que se rompió el partido, pero muy firmes y dando sensación de mucha seguridad. Destacar también que se pudieron escuchar cánticos de "Puta Antena 3!" por parte de la grada, que es ni más ni menos que el reflejo de lo que piensa y siente la mayoría de valencianistas. Joaquín cada vez más entonado e intentando más cosas. El resto de los habituales a su nivel. Incluso dos jugadores que parecían defenestrados, Curro Torres y Jorge López, tuvieron sus minutos.

Ahora toca parón debido a los partidos entre selecciones que esperemos que sirvan para dar descanso y reponer fuerzas. Eso sí, estad seguros que algún lío habrá, es la naturaleza de este club. Y si con ellos conseguimos resultados, bienvenidos sean.