¿La última alegría de Zidane?

Francia finalista tras imponerse a Portugal por 1-0. Así lo ha decidido la segunda semifinal, donde ha habido mucho centrocampismo pero poco juego y menos ocasiones de gol.



La primera media hora de partido ha estado muy entretenida con aproximaciones al área de ambos conjuntos, aunque faltando el remate final, algo que hemos tenido la oportunidad de observar durante todo el Mundial. Pero en el minuto 31 llegó un riguroso penalti (para mi lo fue, aunque si no lo hubiese pitado tampoco creo que pasara nada) de Ricardo Carvalho sobre Henry. Zidane cogió el balón con decisión y lo mandó dentro de la red, pese a que el "parapenaltis" Ricardo le adivinó la intención e incluso rozó el balón con las manos. Y aquí se terminó el partido. Una Francia muy experimentada que se maneja como gato en el agua con el marcador a favor no dio opción a Portugal. De la primera parte me gustaría destacar la endiablada velocidad de Ribery, que trajo de cabeza a Nuno Valente, y el descaro de Figo, que hizo lo propio con Abidal.

La segunda mitad no tuvo mucha historia, Francia, que tras una salida en tromba que apenas duró unos 10 minutos, se dedicó a plantarse perfectamente en el terreno de juego y sin dejar opción a unos lusos faltos de ideas, y sobre todo de pegada. Apenas 2 o 3 ocasiones de gol de los portugueses, con más peligro del que se presuponía debido a las cantadas de Barthez.

Francia accede a la final sin excesivos problemas ni contratiempos. A priori, nos espera un bonito duelo. La clave, sin duda, es quien se imponga en el centro del campo. Por cierto, me voy a colgar una pequeña medalla, ya que al final los que han llegado a la verdadera lucha por el título Mundial eran mi primer y mi cuarto favorito. No está mal.

Yo voy con Italia.