El mundo de hoeman

"Da igual. Prueba otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor."

jueves, octubre 06, 2011

La incontinencia verbal de Ricardo Costa

En los últimos días Ricardo Costa se ha prodigado en entrevistas incendiarias que recurren al enfrenamiento directo con su entrenador, Unai Emery. De éstas se vislumbra un rencor feroz por considerar que está siendo tratado injustamente con respecto a sus compañeros. No entiende cómo ha pasado de ser titular y hombre importante (a principios de temporada le eligieron uno de los capitanes) a suplente del suplente, o casi. De hecho, no ha entrado en alguna convocatoria y el día del encuentro frente al Sevilla, cuando Emery probó la defensa de tres, tampoco fue escogido. Desde su perspectiva personal, parcial y arbitraria, cualquiera podría entender sus quejas (más el fondo que las formas) si se pusiera en su lugar, asumiendo todas las circunstancias que le rodean.

Sin embargo, desde una perspectiva más amplia, más global, pienso que en este caso poco se le puede reprochar a Emery ya que (esta afirmación es subjetiva, aunque basada en el análisis somero y la sinceridad) Rami y Víctor Ruiz son mejores defensas centrales que el propio Costa. A lo que hay que agregar, como mínimo por el momento, su compenetración y entendimiento. Las sensaciones que han ofrecido en este comienzo de temporada han sido francamente buenas. El sustento, el pilar, el eje, es Rami, creo que aquí no hay debate; aunque personalmente estoy encantado con Ruiz y su forma de entender el fútbol. A sus condiciones físicas (espigado, fibroso, bastante rápido), se debe sumar su "sensibilidad" con el juego. ¿A qué me refiero cuando digo "sensibilidad"? Pues básicamente, y de forma resumida, a que defiende para atacar, no sólo para evitar la ocasión de gol, sino para impedir la situación de peligro, y en algunos casos, para voltear las circunstancias y ser el iniciador de una oportunidad de atacar para su equipo. Esto es: siempre está atento a la anticipación, que es a mi juicio, la mejor defensa posible (aunque en caso de yerro, el desbarajuste que ocasiona es peligroso para los intereses de su equipo); va con valentía, agresividad y decisión al cruce; sabe cometer faltar tácticas. Por si fuera poco, su buena técnica individual y manejo de la pelota hacen que sea un recurso eficaz para dar salida al esférico en posesión, sin menospreciar su visión para el juego directo (la precisión de su golpeo en largo). Además es zurdo. No obstante, es una impresión muy personal, creo que estas cualidades suyas están infravaloradas, a veces me parece que le falta confianza para asumir mayores galones.

Con esta exposición, y haciendo una comparativa con Ricardo Costa, es complicado negar que el luso sale mal parado: por nivel, por rendimiento; y especialmente, por previsible asentamiento de una base fiable, en la que el equipo pueda confiar. El triángulo Guaita-Rami-Ruiz es uno de los mejores de esta Liga, y tanto la sustitución por Diego Alves en un caso, o Ricardo Costa en otro, penaliza en el rendimiento colectivo. Si a éstos se puede sumar a unos regulares Banega y Soldado (y por qué no soñar e incluir a Canales), se forma una columna vertebral de entidad, comparable a la de épocas pasadas gloriosas.

Y ojo, que ni Rami ni Víctor Ruiz están cercanos a la perfección, tienen sus defectos, pero de nuevo debo recurrir a la amplia diferencia de nivel para que la duda quede despejada. Ruiz podría ser, por el momento, el eslabón más débil en este debate, y sin embargo, es todo lo que Ricardo Costa no es (el portugués se coloca mal, mide mal, rara vez anticipa, tiende a recular cuando no comete una falta táctica por lo general flagrante). Digamos que Ricardo Costa es agresividad y profesionalidad sin talento, en cambio, todas las facultades de Ruiz están sustentadas por un gigantesco talento, que no es ni más ni menos, que su acertada forma de entender el fútbol: talento intelectual.

Una vez analizada de forma breve, la situación de forma particular y más global (también podría haber citado argumentos de tipo "el tiempo que lleva en el equipo", "el respeto para quien lleva una temporada comprometido", "le prometieron que contarían con él", etc. para apoyar la tesis a favor de más minutos para Costa); no extrañaría que alguien pudiera hacer una analogía entre el incontinente declarante y Patrick Bateman (el de American Psycho) por su ego desproporcionado y la realidad alternativa en la que parece vivir. Quizá todos vivamos en nuestra propia realidad alternativa: es muy diferente ver y analizar las cosas desde el "yo involucrado" al de "esta es la situación, en la distancia, donde no tienes nada que ver".

Por último, como dardo envenenado (para Ricardo o para mí mismo, en ese caso quizá fuera mejor denominarlo bumeran envenenado), decir que para mí el central del Valencia que mejor rendimiento dio en la pasada temporada fue Maduro. Hasta que le dejaron, claro.

PS: Tampoco se debe obviar que la Eurocopa está cercana y el no disponer de minutos le puede suponer a Ricardo Costa el perdérsela. Está nervioso y se nota. Posiblemente también decepcionado (porque pensaba que iba a contar: eso le dijeron). Sin embargo, no creo que ningún técnico pueda ni deba garantizar la titularidad de nadie. El club, el equipo, siempre debe estar por encima de cualquier individualidad. (Otra cosa sería que esa individualidad haga que el club, el equipo, obtenga un rendimiento superior con su colaboración)

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