Mortífera pegada alemana

Ni la mejor Portugal que se recuerda en los últimos tiempos pudo frente al oficio alemán, que sin destacar ni exhibirse, en cada campeonato siempre está ahí. Incluso muchos futbolistas rinden muy por encima del nivel demostrado en sus respectivos clubes -Metzelder, Podolski, Schweinsteiger-. El encuentro comenzó con una selección portuguesa muy metida en el partido, muy agresiva, presionando con una intensidad asombrosa, intentando ahogar a su rival en su propio campo. Pero sin pegada, con aproximaciones pero sin oportunidades de gol. La defensa muy adelantado con los laterales prácticamente haciendo marca individual e intentando siempre la anticipación al rival. El problema viene cuando no logras anticiparte y el rival juega a un toque y al espacio, encima con la defensa adelantada. Podolski supo interpretarlo a la perfección, se fue de Bosingwa en velocidad, y centró para que Schweinsteiger se adelantase a Paulo Ferreira. No había mejor forma que coger oxígeno para Alemania que esta: el gol. Portugal seguía apretando pero con más dudas: sobretodo destacaron las continuas incorporaciones de Bosingwa, los pases entre líneas de Deco y los desmarques en diagonal y a la espalda de los defensores Cristiano Ronaldo. Pero Alemania cada vez se sentía más cómoda, dentro de la incomodidad. Así en una falta lateral llegaría el gol de Miroslav Klose, que incomprensiblemente estaba marcado por Ronaldo. 2-0 y los alemanes, sin mostrar un dominio del tempo, ni tan siquiera siendo mejor sobre el césped que el adversario, tenían el partido encarrilado. Sin embargo, jugaban demasiado con fuego y abusaban del fútbol de posición -con pocas ayudas-, en un contraataque Portugal recortó distancias gracias a un gol de Nuno Gomes, tras rechace de Lehmann en un mano a mano con Ronaldo. Portugal podía seguir soñando. La segunda mitad siguió el guión establecido desde el comienzo del encuentro: Portugal lo intentaba pero sin claridad en los metros finales, Alemania también era capaz de crear peligro mediante rápidos contraataques o a balón parado. Y fue así, como llegó el tercero, obra de Ballack, que ganó la partida a Paulo Ferreira. A partir de entonces los alemanes se encargaron de "dormir" el partido, no se vieron lo suficientemente asediados por Portugal, que sin embargo logró recortar distancias en una bonita acción individual de Nani que culminaría con un centro medido a la cabeza de Hélder Postiga. Quedaban escasos cuatro minutos, los alemanes se echaron excesivamente atrás dejando toda la zona de rechace libre que los portugueses no supieron aprovechar. Final con resultado de 2-3 para Alemania que una vez más estará en las semifinales de la Eurocopa.

Un equipo alemán muy serio y sobrio, capaz de aprovechar sus recursos con gran efectividad, sin realizar un juego espectacular aunque sí que deja fases donde lo borda. Sabiendo tirar de oficio y haciéndose fuerte en el centro del campo. Trabajando de forma solidaria hasta el final del partido. En definitiva: aprovecha sus virtudes y minimiza sus defectos. O lo que es lo mismo: a semifinales.

Portugal ha pagado caro lo que se veía desde antes de comenzar la competición: le falta un portero y un delantero centro de nivel. Una lástima porque posiblemente ésta sea la mejor selección portuguesa desde hace muchos años, por calidad y por propuesta. Seguro que es una decepción para muchos.

Foto: www.marca.com (AFP)