¿Quién se esconde detrás de Vicente Soriano?

El Valencia CF sigue su camino hacia la desaparición, con paso firme y realizando el recorrido más corto. Es hora de alzar la voz. He estado un tiempo aletargado debido a la pesadumbre que afloraba en mi alma. Incapaz de rebelarme como antaño, prefiero mil veces el fútbol de categorías inferiores a este continuo esperpento que es el VCF. Es hora de pelear. Lo cierto es que no soy nadie, ni socio ni accionista ni habitual del campo. Lo que pueden estar seguros es que siento mucho más los colores que los que representan este club. Lo de sentir los colores es algo secundario, siempre que se haga una gestión profesional y lo mejor posible, cosa que se antoja imposible.

Vayamos al lío. Vicente Soriano es un fantasma con delirios de grandeza. De las típicas personas que se cree que por aparentar tener más dinero que nadie es mejor persona. En realidad me compadezco, pobre de él por pensar de esta forma. El nuevo presidente del club no tiene suficiente dinero para comprar las acciones de la familia Soler. Así de claro, tajante. Ni de lejos, ni en sus sueños más húmedos. Y si los tuviera dudo mucho que los invirtiese en una SAD que no le va a reportar beneficios, menos en su estado actual. Alguien debe haber detrás... o algo peor, esta no es sino una maquiavélica maniobra para figurar durante unos meses y que el peor presidente y gestor de la historia del club, Juanito Soler, vuelva a hacerse con las riendas del club una vez se termine el periodo establecido de compra de las acciones para Soriano. Porque cabe recordar que por el momento los único que existe es una opción de compra. Soriano no ha puesto la pasta, el vil metal que rige el mundo. Sinceramente y tratando de ser realista, esta me parece la opción más factible. La otra es que haya alguien detrás con dinero que no quiera hacer público su nombre, al menos por el momento. Lo dudo mucho, tal y como está la situación actual del club, posiblemente fuera la mejor opción.

Lo que sí parece cada día más evidente es la conexión entre Soriano y algunos trabajadores del Grupo PRISA. Ya intuimos quien le filtraba el contenido de las reuniones entre directivos a Pedro Morata, posiblemente el periodista más odiado por la afición valencianista. Sus continuas manipulaciones, sus vergonzosas campañas y su búsqueda gratutita de polémica ayudan a ello. Algunos mediocres se escudarán en la envidia como argumento para defenderlo, a mí me parece que no es así, al menos no ocurre en mi caso. Si ya tenía "chivatos" en el vestuario como pudieran ser Cañizares, Albelda o Vicente, también hemos descubierto alguno que le facilitaba la información de más arriba.

Para más inri, Damià Vidagany, para mí por siempre será "el vendido", ha sido contratado por el club como nuevo director de comunicación. Ha borrado su blog, pero google todo lo guarda. Sobresaliente como comunicador, mediocre como escritor, vomitivo como "creador de opinión". Una lástima que sus amigos (Quique Sánchez Flores, Ayala, Albelda, Vicente) siempre hayan estado por encima de su profesionalidad. En sus inicios caracterizado por una fuerte crítica a la manipulación que ejercían los medios de comunicación de la meseta, acabó convirtiéndose en uno más de ellos con el paso del tiempo. Y no lo digo por su "fichaje" por el Grupo PRISA, todo el mundo tiene derecho a progresar, sino por el cambio repentino de unos ideales de los que tanto ha presumido. De ahí mi calificación como "el vendido". Al parecer ha merecido la pena: está en el club de sus amores, ese que tantas veces ha traicionado. Y por ahora está siendo efectivo en su cometido: los medios de comunicación callan como putas, en el peor de los casos.

Sigue la época del "amiguismo" en un club que parece destinado al fracaso absoluto. Cambia el presidente, cambian los nombres, cambian las caras,... pero no la forma de gobernar. Señores, seamos claros: no hay proyecto. Aquí cada uno busca salvar su cuello, y si es posible recuperar el dinero invertido, a costa de vilipendiar el futuro económico del club, aquí paz y después gloria. Y después que sea el Ayuntamiento el que salve al club de la quiebra, me imagino que es lo que deben pensar estos sinvergüenzas y caraduras. Que nadie se extrañe si le suben el sueldo a Vicente Rodríguez o si Albelda vuelve a ser el capitán del equipo. Por lo pronto, Fernando Gómez ya es otro que está por ahí por nombre y no por aptitudes.

De Juan Soler creo que queda poco más por decir: es la persona más patética y lerda (con perdón, espero que no se ofenda nadie, realmente es lo que pienso) que te puedes encontrar por la vida. Imposible hacerlo peor de lo que lo ha hecho, ni adrede. A buen seguro que no ayudó a su padre -el que gana y maneja la pasta- a hacerse rico. Es más, probablemente las cuentas y papeles de las empresas de Soler padre estén bajo llave en una caja fuerte para que jamás lleguen a manos de su hijo.

No podía despedir este pequeño repaso a la actualidad del Valencia sin hacer una mención a los medios de comunicación, cada vez con menor capacidad de generar opinión. Por incapacidad unos, por venderse los otros. Aquí todos miran a otro lado como si la situación del club fuese voyante. Escasas críticas desde la llegada de Soriano al poder -repito, habrá que ver por cuánto tiempo-. Vendiendo humo la mayoría, algo a lo que ciertamente estamos habituados. Nunca está de más recordar: la deuda del Valencia está cercana a los 750 millones de euros, 150 de ellos a corto plazo.

Ahora mismo Unai Emery es el único que hace albergar en mí ligeras esperanzas de cara al futuro. De una cosa pueden estar seguros, no nos van a silenciar. A los aficionados no, los que de verdad sentimos los colores.

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Fotos: www.lasprovincias.es, www.as.com, www.elpais.com